Es innegable que después de tener un hijo las posibilidades
de fracaso estudiantil y laboral se multiplican y más aún si eres mujer, si los
derechos laborales para madres son arrancados por las empresas no nos debe
sorprender que el modelo universidad-empresa apueste por lo mismo dentro de la
universidad.
Las universidades públicas más prestigiosas de nuestra ciudad han cerrado sus cunas con el pretexto del “desuso” y la promesa de dar “un fin académico” a ese espacio, sin embargo, el concepto de educación universitaria ampara legítimamente el bienestar universitario el cual apoya a los estudiantes con hijos, justamente para evitar que éstos dejen una carrera que ya ha sido avanzada y puedan terminarla de la mano de sus bebés.
Las universidades públicas más prestigiosas de nuestra ciudad han cerrado sus cunas con el pretexto del “desuso” y la promesa de dar “un fin académico” a ese espacio, sin embargo, el concepto de educación universitaria ampara legítimamente el bienestar universitario el cual apoya a los estudiantes con hijos, justamente para evitar que éstos dejen una carrera que ya ha sido avanzada y puedan terminarla de la mano de sus bebés.
Mientras sigamos viendo a los hijos como una traba y no como
un cambio en el rumbo, las personas que los tengan -que pueden ser muy queridos
y cercanos a nosotros, sino, nosotros mismos- no tendrán el apoyo en la
sociedad que debe tener una persona que decide traer un bebé al mundo, mientras
pensemos que la persona que tiene un hijo está en un error y no que el sistema
es el que está errado siempre estaremos avergonzándonos de nuestra propia
naturaleza.
Cerrando el panorama a solamente nuestra universidad, con
mucho orgullo podemos decir que tenemos una cuna, que celebra aniversarios, que
participa del corso y que posee un espacio en la universidad con una extensión
adecuada para poder albergar a los hijos de estudiantes, trabajadores y
profesores, el problema consiste en que éstos niños no son pocos y la solicitud
para una vacante en la cuna puede hacerse esperar más de un año.
Supongamos que comprendemos irregularidades como el que solo
hayan 19 vacantes en total repartidas solo en dos aulas para niños entres 6
meses y 3 años, que el presupuesto de la cuna sea cada año más reducido y que
las instalaciones para el cuidado de bebés sean pequeñas y descuidadas a decir
de las mismas trabajadoras de la cuna, pero hay una cosa realmente inexplicable
en el proceso de admisión a la cuna y es que para poder atravesar éste proceso,
en el caso de los estudiantes, hay que estar inscrito como alumno regular.
El día que me enteré de éste requisito haciendo mi trámite
personal para la admisión de mi hija pensé que era imposible semejante
contradicción. Siendo el objetivo matricularme en la universidad para continuar
con mis estudios ¿Cómo puede ser un requisito para acceder a la cuna el que yo
tenga que estar matriculada? ¿Cómo el objetivo y el requisito pueden ser los
mismos? Es decir ¿Qué pasaría si una madre estudiante se matricula pero no
llega a alcanzar vacante en la cuna y, peor aún, no tiene en casa quién ayude a
cuidar a su niño?
Luego de múltiples favores familiares he logrado
matricularme en la universidad a la espera de una vacante en la cuna, pero es
innegable que hay muchas mujeres, madres, estudiantes como yo que no han podido
hacer lo mismo y han tenido que quedarse en su casa cuidando a sus hijas en
lugar de acceder a una vacante en la cuna y continuar con sus estudios. Para mí
no hay duda de que ese requisito no es una casualidad y simplemente es parte de
una maraña de inconsistencias que permiten que los estudiantes tengamos menos
derechos y más trabas para continuar estudiando.
No es aceptable que al hacer el trámite, los trabajadores de
OBUAE de nuestra universidad nos nieguen el acceso a la cuna valiéndose de “en
el reglamento dice que para acceder a la cuna tienes que estar matriculado” y
cuando se les pregunta en dónde se encuentra ese reglamento no tienen como
responderte, no hay duda que todos los vacíos son aprovechados por la perversa
intención de que los estudiantes nos hartemos y busquemos soluciones
individuales en lugar de luchar por una solución común.
Claudia Haro, madre estudiante de la UNALM.
También lea nuestra opinión sobre este tema en: http://agrariaoye.blogspot.com/2014/10/derechos-cercenadosel-derecho-de-ser.html
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